miércoles, 3 de marzo de 2010

Testimonio de Antonio Carrera un ex-testigo de Jehová

Yo fui
Testigo de

Jehová


Antonio Carrera


La serie sectas de Hoy


Antonio Carrera fue miembro de la secta de los Testigos de Jehová durante trece años y llegó a ocupar en la misma altos cargos como dirigente.

Tras descubrir sus malos manejos y falsedades, abandonó esa organización y relata en este documento la verdad sobre esta secta religiosa.







CONTENIDO


  • Presentación


  • Mi desengaño como testigo de Jehová


  • Desenmascarando a los testigos de Jehová como falsos profetas


  • Cómo se enriquece el impero de “La Atalaya”


  • Falsas creencias de los testigos de Jehová


  • Testigos de Jehová. Organización de la tiranía.


  • Historia de los testigos de Jehová a través de sus presidentes


  • Prohibiciones a los miembros de la secta testigos de Jehová


  • Los testigos de Jehová y la objeción de conciencia


  • Expulsión, trato inhumano


  • ¿Qué hacer ante los testigos de Jehová?






Presentación


La invasión de sectas religiosas en nuestro ambiente católico ha llegado a ser, por su renovada intensidad, un serio motivo de preocupación para la Iglesia.


Diversas voces autorizadas se han levantado últimamente para señalar este fenómeno y pedir una acción defensiva inmediata y eficaz. Es el caso, por ejemplo, de la XIX Asamblea Ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano (marzo de 1983) y la XXXI Asamblea Plenaria del Episcopado Mexicano (abril de 1983).


También se pide que, después de unos años de haberla descuidado, se ponga otra vez en práctica una sana apologética.


Por eso tenemos el gusto de presentar aquí el presente folleto de Antonio Carrera, conocido por una serie de libros que ha escrito para alertar a los cristianos sobre la falsedad de una de las sectas más equivocadas que hacen proselitismo en nuestras comunidades cristianas: los testigos de Jehová.


El presente folleto es un resumen, hecho por el mismo autor, de su libro Los falsos manejos de los testigos de Jehová. Aunque está escrito con energía y claridad, se distingue también por la olidez de sus argumentaciones y por la claridad y respeto con que se refiere a los miembros de la secta, sobre todo a los sencillos que han sido atrapados en ella por su ignorancia y buena voluntad.




Dizán Vázquez L.








Capítulo 1


Mi desengaño como

Testigo de Jehová


Mis queridos lectores: Pido a Dios que nunca tengan que sufrir el desengaño religioso que yo experimenté, al descubrir la falsedad de los testigos de Jehová. Yo, que viví en la Iglesia Católica durante 28 años, y después fui enemigo enconado contra ella, he vuelto al seno de la misma. Soy católico, y deseo reparar de alguna manera el daño que le hice escribiendo para alertar a las ovejas del redil de Cristo, contra los falsos profetas llamados testigos de Jehová.


Permanecí 13 años encadenado a la secta, y ocupé en la misma altos cargos como dirigente. Entre otros, fui miembro del Comité de la Congregación, superintendente del campo, siervo de la escuela, conferenciante en Bilbao, Durango, Munguía, Guernica, Barcelona, Eibar, San Sebastián, Irún, Pamplona, Burgos, Santander... organizador de asambleas y orador en las mismas.


Debido a mi carácter entusiasta y celo propagandístico a favor de los testigos he visitado miles de hogares predicando las falsas enseñanzas de la secta y haciendo proselitismo. Prácticamente he dedicado toda mi vida, durante los 13 años con ellos, pues solamente en concepto de predicar, empleé 3,542 horas, les vendí 570 libros, 580 folletos y 3,700 revistas. Y ¿cuántas personas he captado para la secta? Más podría añadir, pero falta espacio.


Cómo lo hacen a uno “testigo”


Mi caso es parecido a miles de otros que se hicieron testigos. Yo vivía mi existencia normal como católico, con mi esposa y nuestro primer hijo –hoy tenemos tres, Agustín, Noé y Andrés, de 21, 14 y 7 años respectivamente-. Esto sucedió en 1961, a los 28 años, la edad de las inquietudes religiosas. De ese tiempo en adelante, los testigos de Jehová son novedad y noticia en España, y como cualquier cosa nueva, atrae la curiosidad, en especial de personas sencillas y carentes de formación religiosa e intelectual.


En el anzuelo de La Atalaya “pican” tres clases de personas: los muy ignorantes que son la mayoría. Otros que, no siéndolo tanto, son personas inclinadas a lo espiritual, curiosas –como yo- y esto los lleva a experimentar lo novedoso. Los del tercer grupo, yo los denomino “los panzas”; estos son los que entran en la “Organización” esperando sacar algún beneficio.


El primer contacto con “los testigos” suele ser deslumbrador. Te ofrecen ingresar en un grupo en el cual –según ellos- todas las personas son excelentes, bondadosas y amorosas en grado máximo. Las primeras visitas a sus reuniones te aturden con tanto saludo y amabilidades; pero esto dura poco tiempo: después nadie se preocupa de uno, excepto para vigilarlo si falla a las reuniones, o si no sale con frecuencia a visitar los hogares para venderles su literatura. Te ofrecen la salvación por Dios y vivir eternamente en esta tierra, hecha un paraíso después del fin del mundo, que será de un día para otro, aunque lleven 100 años anunciándolo. Entonces, la tierra disfrutará de paz, sin enfermedad, ni cementerios, pues nadie morirá. Pero, claro, nadie podrá salvarse... a excepción de los que se hagan testigos de Jehová.


Desde el principio te llenarán la casa de libros, folletos y revistas -cobrándotelos, naturalmente- con las ideas de la secta. Un miembro de la misma te instruirá semanalmente, y ya no te soltarán. El lavado de cerebro que te hacen hará que aceptes lo más disparatado, como dejar morir a un familiar antes que ponerle una transfusión de sangre. Te inculcan odio contra toda religión y gobierno, y esto te acarrea un sinfín de problemas. También rompen con amistades y familiares, y esto hace que se adhieran más al grupo y se fanaticen.


En las cinco horas de reunión semanal, aparte de lo que estudies en casa, te inculcarán predicar más y más, y vender sus libros, ya que el fin del mundo está cerca, y se salvarán solamente los que hagan mucho trabajo a favor de la secta. Y para que llegues a creer todo esto, ponen de “cebo” la palabra de Dios, la Biblia de ellos, falsificada y mal interpretada.

Esto que a ti, querido lector, te parecerá infantil y sin razón, tiene efecto real en mentes sencillas. Yo, 13 años estuve encadenado y esclavo de esta organización diabólica, sin voluntad para ver o entender otra cosa que no fuera lo que dimana de ellos, los “testigos”.



Cómo descubrí la falsedad

y salí de la secta


La Divina Providencia tiene caminos que los humanos no podemos conocer. Y siempre daré gracias a Dios por haber descubierto el engaño y haberme liberado de tal atadura. Después de estar 13 años en posesión de lo que yo, en mi ceguera, creía ser un diamante valioso –la “verdad” de los testigos de Jehová- le dí un martillazo, y ¡zas!..., ¡falso! ¡Qué desilusión!, ¡y qué dolorosa fue esta experiencia! Quedé vacío espiritualmente, y estuve 4 meses enfermo. Entre los que vieron el engaño y abandonaron la secta conmigo, están mi esposa e hijos, mi hermano Abel, con su familia, y otros.


Sucedió así: tuve una charla amistosa con un testigo de años en la secta, y criticó las enseñanzas de la misma. Me dijo que si yo pudiera leer libros antiguos de la Organización, pero que ya no los editan, podría comprobar una multitud de cambios y errores en sus enseñanzas, las cuales, según ellos, están inspiradas por Dios. Esto me puso en graves dudas, dudas que se confirmaron al examinar por mí mismo siete libros antiguos, del año 1918, que por casualidad cayeron en mis manos.


Ya decidido a cortar con los testigos, quise comunicar mi descubrimiento y las razones para dejarlos, pero no me dejaron hablar. Y sin concederme una oportunidad para retractarme, me expulsaron, acusándome falsamente de sectarismo. Han prohibido a todos los miembros hablarme, con la amenaza de ser ellos también expulsados. De hecho ya han excomulgado a dos, por el solo hecho de hablarme.




Capítulo 2


Desenmascarando a los líderes

testigos de Jehová como falsos profetas


Jesús, nuestro Señor y Salvador ya nos advirtió con estas palabras: “Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes con piel de oveja, pero por dentro son lobos voraces.” Y “muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos” (Mt. 7, 15 y 24). ¿Quiénes pueden ser estos profetas falsos y engañadores? Yo probaré que son los líderes de los llamados “testigos de Jehová”.


Ellos alardean de ser eso, profetas (ver “La Atalaya”, 1962/212/15). Y que son falsos, lo podemos comprobar leyendo, en sus mismos libros de años atrás, en los que anunciaron, en el nombre de Dios, acontecimientos que no se cumplieron. Pero llegan al colmo de la presunción al asegurar que ellos, los dirigentes de la secta, “son iluminados por Dios, y ven la verdad con exacta armonía”, que “Dios les permite entender la verdad” (Profecía, pp. 199-225) y que las páginas de su revista “Atalaya” están reveladas por Dios. (Los Testigos de Jehová en el propósito de Dios, p. 22).


Y la barbaridad más grande dicha por los jefes testigos, es que no se puede entender la Biblia si antes no leemos los libros de la “Torre” (Ver La Atalaya, Sep. 15 de 1910).


Antes de pasar a analizar sus muchos cambios, errores e incumplimientos de sus “profecías”, hay que advertir que los testigos sí intentan justificarse. Por supuesto, nunca dicen: “nos hemos equivocado”, o “lo que anunciamos es falso porque no se cumplió”. No, porque al haber afirmado que fue Dios quien se lo reveló, tendría que admitir que es Dios el equivocado. Por eso suelen decir que Dios les está dando cada día luz y entendimiento, y que la revelación les viene progresivamente. Pero si razonamos, comprenderemos que una cosa es revelación progresiva y otra muy distinta revelación contradictoria. Una cosa es aumento de luz, y otra que nos cambien el foco. Además, ningún profeta usado por Dios tuvo que rectificar por haberse equivocado, ni recibió la “luz” a plazos.


Y ahora pasemos a detallar, solamente algunos de los muchos cambios, o errores y probar que son eso: falsos profetas.


La segunda venida de Cristo


Primero creyeron que Cristo volvió en 1874, pero de forma invisible. Después anunciaron que para 1914 vendría en persona, Corporalmente. Observen como lo dijeron en 1899: El Plan Divino de las Edades, p. 88, Estudio VI, bajo el título: “La Vuelta de Nuestro Señor, su objeto, la Restauración de Todas las Cosas” El primer subtítulo del capítulo dice así: “El Segundo Advenimiento Personal y Premilenario de Nuestro Señor”. La palabra Personal en el original aparece con mayúsculas. Como sabemos, Cristo no llegó en 1914. Pero hoy, en su literatura, enseñan que sí volvió, pero espiritualmente, de forma invisible. ¿Qué les parece? Ustedes están en el aeropuerto esperando un familiar y, tras comprobar que no llegó, alguien pretende hacerles creer que sí, que ha llegado, pero espiritualmente, y que ya no lo pueden ver. La mentira siempre se pretende tapar con otra mentira.


El fin del mundo, ¿cuándo?


Cuando Cristo estuvo en la tierra dijo que permaneciéramos vigilantes, precisamente porque nadie podrá saber cuándo llegará Él, y cuándo será el fin del mundo. Este acontecimiento, sólo conocido por Dios, los testigos lo han profetizado para varias fechas y, naturalmente, en todas han fallado. Han dado 1799, 1874, 1914, 1915, 1918, 1925, 1975, etc.


La caída del Papado ocurrirá en 1914


En “Estudios de las Escrituras”, de 1889, segunda serie, página 356, profetizaron: “la extinción total de esta Jerarquía falsa -el Papado- próxima a la terminación del Día de la Ira.., que terminará... con el año 1914.” Como vemos, el Papado sigue en pie, y los profetas de “La Atalaya” han fallado.



Resucitarán los Patriarcas en 1925.


Este es uno más de los errores mayúsculos de estos falsos profetas. En la Atalaya de 1954, pág. 251/33 dice así: “Nosotros, los del resto, solíamos pensar que antes, o en el Harmagedón, sería necesario que Jehová-Dios levantara de entre los muertos la nube grande de testigos de tiempos antiguos, los príncipes (calculando que serían sólo 70 en total) para fortalecer a los del resto.”


También en el libro “Millones que ahora viven nunca morirán”, pp. 88-89 y 90-97, dijeron: “Abraham, Isaac y Jacob y los fieles resucitarán... podemos suponer confiadamente que 1925 marcará el regreso de Abraham, Isaac y Jacob, y de los fieles profetas de antaño.”


A tal grado creyeron esto, que construyeron una hermosa mansión para alojar a los patriarcas resucitados, no en Palestina, donde murieron, sino en California (EUA). El costo fue de aproximadamente 50´000,000 de pesetas actuales. [Tema tratado en el libro: El fraude del fin del mundo].



Los judíos nunca volverían

a ser nación en Palestina


Desde 1879 hasta 1912, enseñaron como verdad de Dios que los judíos sí regresarín a Palestina, y que esto sería una más de las pruebas del fin del mundo. Desde 1932, y usando siempre a Dios como el revelador de estas “verdades” o “profecías”, enseñan que no, que los judíos no serían nación en Palestina. La profecía ha resultado falsa, ya que los judíos sí estan en Palestina, y sí son nación, y muy poderosa.




Fin del mundo para 1975


El dar fechas parece constituir en los Testigos una enfermedad. Por eso, desde 1967, comenzaron a lanzar otra nueva fecha para el fin del mundo o, como dicen ahora, “fin del sistema de cosas”.


Aseguraron que en la década de 1970, sin falta, vendría el nuevo mundo, y Dios destruiría a todos los inicuos de esta tierra. Más aun, esperaban este acontecimiento para mediados de la década de los setenta, precisamente en 1975. Veamos cómo lo dicen en su libro “Vida eterna en libertad de los hijos de Dios”, página 29: “Según esta cronología bíblica fidedigna (la de los testigos), 6.000 años desde la creación del hombre terminarán en 1975, y el séptimo período de mil años de la historia humana comenzará en el otoño de 1975. E.C.”


Aquí tenemos que, si el milenio tenía que comenzar en 1975, antes tenía que haber llegado el fin. Así se lee en su libro: “Asegúrese”..., p. 443: “Reinado de mil años de Cristo, precedido por destrucción de todos los inicuos de la tierra”. Y en la revista “¡Despertad!”, del 22 de abril de 1972, pág. 26. dicen: “...a mediados de los años setenta hay una conmovedora esperanza de un magnífico alivio”. Justamente 1975.


Lo dicho y más, califica a los líderes Testigos como falsos profetas.













Capítulo 3


Cómo se enriquece

el imperio de “La Atalaya”


La organización de los llamados testigos de Jehová constituye un auténtico imperio comercial, con apariencia religiosa. Esto es fácil de comprobarlo. Su mismo nombre: “The Watch Tower Bible and Tract Society” (que en castellano significa “La Torre de la Atalaya, Sociedad de Biblias y Tratados”) lo está indicando.


Para ese fin, poseen en Nueva York y en otros países, las fábricas de hacer libros más colosales del mundo, con la maquinaria mejor dotada. El mercado para vender su producto (biblias, libros, revistas, folletos) abarca más de 200 países y disponen de más de dos millones de vendedores a domicilio, la mayoría sin paga. [Nota adicional: Actualmente según sus propias cifras, hablan de 7 millones de miembros activos.]


Venta de libros. Este quizá sea, entre otros muchos, el mejor medio que usan para enriquecerse. Los libros y revistas las venden con facilidad, ya que las ediciones son de millones, y los libros les salen baratos. De un solo libro editado en 1968 han conseguido vender más de cien millones de ejemplares. Con sólo una peseta que les quede de ganancia, calcule usted.


Veamos solamente la producción de 1975


Libros y Biblias 63´305,420

Revistas 523´705,582

Folletos 22´190,340

599´201,342


(Datos del Anuario de los testigos de Jehová de 1976, p. 23).




Una relación (no completa) de las ventas de literatura, desde su comienzo, en 1874 inclusive, es la siguiente:


Libros y folletos vendidos 704´163,616

Revistas 3´970´261,080

Total de ejemplares 4´674´424,696

vendidos en 101 años


Notas: Estas cifras están dadas en pesetas españolas. En julio de 1983 una peseta equivalía aproximadamente a un peso mexicano.


Cómo es fácil comprender, todas estas ventas transformadas en dinero alcanzan cifras astronómicas. Y para animar a los seguidores a vender tan gran cantidad de libros, los engañan como a niños, haciéndolos creer que la producción y venta de los mismos está dirigida por Dios. Para eso citan en apoyo ciertos pasajes de la Biblia (como Apocalipsis 9, 16), y les hacen creer que los 200 millones de caballos, allí mencionados, son sus libros vendidos, que galopan por toda la tierra.


Esa literatura es dañina y subversiva, y así lo ha reconocido el gobierno al prohibir la venta de las revistas en España. Para darse cuenta de que es una plaga, el mes de junio de 1976 vendieron a los españoles 405,140 revistas (datos del “Ministerio Teocrático”, septiembre de 1976).


Donaciones. Los testigos se jactan de no pasar charolas de colecta en sus reuniones. Cierto, pero usan otros métodos y consiguen más dinero. Calculando que el año de 1968 había en España 92 Congregaciones, que recababan 50 pesetas por mes, tenemos 249´491,856 de pesetas, en un solo año. Dinero que fue a parar a las arcas de los jefes de América.


Siervos de circuito y distrito. Los representantes de la Organización, llamados siervos de circuito y distrito visitan cada una de las 38,256 Congregaciones en el mundo cada 4 meses, permaneciendo una semana en cada una, para inspeccionarlas. Pues bien, todos los gastos de alojamiento y manutención corren a cargo de los pobres miembros, y no de la central de América.


Asambleas. Aparte de hacer gran publicidad, congregando a miles y miles de miembros en asambleas, adquieren unas jugosas ganancias. Pues todo el trabajo de las Asambleas lo realizan los testigos voluntarios y, por tanto, no se tiene que pagar a nadie. En el recinto de la Asamblea, sirven comida, tiene puestos de cerveza, refrescos, bocadillos, pasteles, frutas, helados, café, etc.


También venden tarjetas postales y bolígrafos hechos por ellos, y miles de libros. Se puede decir que venden todo lo vendible y, prácticamente, se quedan con todos los ahorros de sus miembros.


Un cálculo aproximado del dinero que recaudaron de las comidas que dieron en las 140 asambleas que celebraron en todo el mundo el año de 1973, sería de 1´400´400,000 pesetas. Si a esto agregamos la venta de millones de cervezas, cafés, bocadillos, helados, las ganancias son fabulosas, y los pobres testigos están tan ciegos, que no ven cómo los estafa su misma Organización.


Viajes de misioneros. Para que asistan los misioneros a las asambleas internacionales cada 4 años, también les sacan a los seguidores el dinero para sufragar los gastos de viaje de esos “misioneros”. En 1973 recaudaron - - - - - -

1´592´500,000 pesetas para eso.


Compra de salones. Para enriquecerse, no reparan en medios. Vean: cualquier congregación que desee comprar un local, recibe un préstamo, con un cargo de 10%, a pagar en 10 años. Pero la “faena” consiste en que después de pagar el préstamo y los intereses, el local pasa a poder de “la Organización”.


Tan dados como son a apoyarse en la Biblia ¿por qué no leen Levítico 25:37, que dice: “A tu hermano no debes darle tu dinero a interés”?





Riquezas de “La Atalaya”


En solamente 100 años de existencia, la Organización de los testigos de Jehová ha conseguido un imperio mundial. Su riqueza en bienes inmuebles e inmuebles es inmensa. En los 210 países en que tiene sucursales, poseen grandes edificios, bien equipados y, en muchos, con imprentas.


Solamente en el barrio de Brooklyn, de Nueva York en USA, poseen 7 manzanas de ciudad, de 14 pisos, con las imprentas más superdotadas. También son propietarios de grandes granjas. ¿De dónde han sacado el dinero para adquirir tanta propiedad? De los muchos métodos que usan, pero siempre a costa de los pobres seguidores, que son esclavos de esa “Organización”.


Ya advirtió San Pedro, en su segunda carta, con estas palabras: “habrá maestros mentirosos... en su ambición de dinero, los explotarán a ustedes con las palabras mentirosas...” (Cap. 2, 1 y 3).


Capítulo 4

Falsas creencias de los testigos de Jehová


Yo, que fui 13 años miembro de la secta de los testigos de Jehová, y que los conozco bien, puedo aplicarles las palabras de San Pablo: “Porque esos tales son unos falsos apóstoles, unos operarios engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo” (2 Cor. 11, 13).


Esto es cierto, ya que niegan las verdades básicas de la Biblia. Y, al igual que Satanás, les gusta mucho rebuscar pasajes aislados de “su” Biblia (la cual más adelante probaré que está falsificada para apoyar sus falsas creencias) por medio de los cuales consiguen engañar a personas de poca formación académica o religiosa.


En el poco espacio que dispongo, intentaré exponer el mayor número de las creencias de “La Ataya”, probando que son falsas al enfrentarla con la Palabra de Dios, la Santa Biblia.

La Biblia falsificada de los testigos


Yo personalmente, poseo 23 biblias distintas. Pues bien, todas dicen igual, menos la llamada “Traducción del Nuevo Mundo”, que es la de los testigos, y en la que, en muchos lugares, han suprimido, agregado o torcido palabras, para acomodarlas a sus creencias anticristianas. Los textos bíblicos que con más empeño han sido objeto de manipulaciones, son aquellos que demuestran la divinidad de Cristo, para intentar, como de hecho lo hacen, destruir la Trinidad. Abiertamente no sólo son falsos profetas, como ya lo hemos demostrado, sino que son verdaderos anticristos, ya que se esfuerzan por despojar a Jesús de sus cualidades divinas, para rebajarlo a la condición de una criatura creada por Dios.


Como muestra, vemos solamente un ejemplo, comparando la Biblia de los testigos con la Cristiana.


En San Juan 1, 1, la Biblia de los testigos dice: “...la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios.”


En San Juan 1, 1, la Biblia Cristiana Católica dice: “...la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.”


Podrán advertir que la Organización de los testigos han agregado el artículo indefinido “un”, y que pone “dios” con minúscula, para hacer a Cristo un dios inferior al Padre.


Niegan y combaten la Trinidad


En mi libro (del que estos apuntes son un resumen), cito más de 200 versículos de la Biblia para probar la Trinidad. Aquí citaré solamente algunos:


Cristo es Dios. En Él habita la divinidad corporalmente (Col 2, 9). Se lo adora como a Dios (Ap 5, 13-14). Ver a Cristo es a Dios (Jn 14, 8-10). Cristo es Dios y Salvador (Tito 2, 13).


El Espíritu Santo es Dios. Todo lo sabe como Dios (I Cor 2, 10-11). Dios y el Espíritu Santo son uno (2 Cor 3, 17). Mentir al Espíritu Santo es mentir a Dios (Hech 5, 3-4). No puede ser, como afirman los testigos, “la fuerza activa de Dios”, pues posee cualidades como persona, y actúa como tal: Ama (Rom 15, 30). Se ofende (Ef 4, 30). Clama (Gal 4, 6). Ayuda o aboga (Rom 8, 26). Habla (Hecho 21,11). Piensa (Rom 8, 27). Enseña (Jn 14,26).


Textos en que aparece La Trinidad. Lc 1, 35; Gal 4, 46; Ef 2, 18-22; Heb 9, 14 y 10, 29; I Pe 1,2 y 4, 14; Jud 20 y 21.


Cierto que es un misterios, como otros muchos que, sin poderlos comprender, los aceptamos, y la Biblia así lo indica.


Niegan la espiritualidad del alma


Casi todas las religiones, aún las no cristianas, creen que el hombre tiene un alma espiritual e inmortal. La Organización de los testigos les dice que no, afirmando que el hombre es únicamente material. Veamos cómo la Biblia dice claramente sí: El alma sale del cuerpo al morir éste (Gen 35,18). Al morir salió el alma, y al resucitar volvió el alma (1 Rey 17,22). San Pablo dice que tenemos cuerpo, alma y espíritu (Heb 4, 14 y 1 Tes 25, 23). En el cielo están las almas de los mártires (Ap 6, 9-11 y 20,4).


Al cielo irán sólo 144,000 testigos


Leyendo todo el Nuevo Testamento, hallamos que la única esperanza para todos los cristianos bautizados es el cielo. Pero los testigos, torciendo la Biblia, enseñan que al cielo van solamente 144,000. Los otros testigos (ya que en el día del juicio final se salvarán únicamente los que sean testigos) vivirán eternamente en la tierra. El pasaje bíblico en el que se apoyan es Apocalipsis 7,4, que dice: “Y oí el número de los marcados con el sello: 144,000 sellados, de todas las tribus de los hijos de Israel.”


Y los malabaristas de La Atalaya interpretan este pasaje así: La mitad literal (144,000) y la otra mitad (las 12 tribus) simbólicamente).

Rechazan la Cruz


Por más de 50 años (hasta 1925), aceptaban la cruz, y otras verdades cristianas pero, en su empeño de ir contra la “Cristiandad”, [religión Falsa, los “mundanos”] y sobre todo contra la Iglesia Católica, han ido suprimiendo lo poco que les quedaba de cristianos.


A Cristo lo pintan clavado en un palo vertical, no en una cruz. Y una de sus blasfemias, que se lee en su libro: “¿Qué ha hecho la religión para la humanidad?” (p. 354), es ésta: “El Clero de la cristiandad... adora al dios del sol, cuyo símbolo era la cruz, que representa a Satanás, el Diablo. De modo que cuando Jehová despacha a sus oficiales ejecutores, bajo Cristo Jesús, les manda: Matenlos, hasta exterminarlos...”


Otras creencias o negaciones de los Testigos


Rechazan la Misa, y niegan la transubstanciación. En su “Biblia” han falsificado el texto de Lucas (22, 19) que dice: Esto es mi cuerpo... para que diga: “Esto significa mi cuerpo...”


También niegan el infierno, el bautismo de los infantes, los diez mandamientos, las imágenes... dicen que María dejó de ser virgen al nacer Jesús: no es inmaculada, no fue asunta, no es intercesora... Rechazan al Papa, etcétera.


Los Testigos son un “Don No”; van contra todo; y donde otros dicen , ellos dicen no, y viceversa. Para terminar, el Apóstol San Pablo nos anima con estas palabras: “Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo, y lo será siempre. No se dejen seducir por doctrinas varias y extrañas...” (Heb. 13, 9).







Capítulo 5


Testigos de Jehová,

Organización de la Tiranía


Nuestro Señor Jesucristo dijo: “Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” Yo digo: si tienen la desgracia de caer en las garras de la religión Testigos de Jehová, conocerán la mentira, y se quedarán sin libertad, sometidos a la tiranía de una Organización diabólica.


Reuniones


Sus lugares de reunión llamados Salones del Reino, no son templos, en los que se pueda hallar recogimiento, donde uno pueda orar en privado o en grupo, a fin de elevarse espiritualmente. Ni siquiera se lee o comenta la Biblia en grupo.


Estos salones de reunión son como teatros, en los que se lee, y se estudia, pero no la Biblia, sino las revistas y los libros preparados por la Organización, con ciertos pasajes de la Biblia (o, mejor dicho, de su biblia falsificada).


Yo aseguro que en sus reuniones no opera el Espíritu Santo, sino el espíritu tanto ($), pues sólo se habla y se ensayan diferentes métodos para vender o colocar su ingente producción de literatura y, para esclavizarlos en esta tarea de vendedores a domicilio y de proselitismo sin freno, les lavan el cerebro en esas reuniones con la musiquita del espíritu tanto: tantas revistas vendidas en el mes, tantos libros, tantos folletos, aumento de vendedores, horas empleadas en visitas por las casas, revisitas, estudios, tantos precursores (especiales, regulares y temporales); tantos libros producidos en sus imprentas, máquinas nuevas, nuevos edificios... y así hasta la saciedad.





Asambleas


Este quizá sea el mejor sistema de publicidad y muy rentable para los dirigentes, a costa de los pobres miembros que consiguen congregarlos tres veces al año, generalmente en otras ciudades a las cuales deben desplazarse. Para ellos, los sufridos y explotados miembros tiene que perder horas de trabajo y costearse los gastos de viaje, y permanencia. Y yo, que durante 13 años he asistido a todas las asambleas, tanto de España como de diez ciudades de Europa, puedo opinar sobre este asunto.


El querido lector quizá se pregunto, ¿cómo es posible ser tan incauto, o tonto, asistiendo a las asambleas, cuando tanto esfuerzo y tanto gasto suponen? ¡Qué bien se ven los toros desde la barrera! Hoy, yo lo veo claro, pero desde dentro no puedes ver nada. Los maestros de “La Atalaya” tienen la habilidad de fanatizarnos y de hacernos creer los mayores disparates. Y todo ello apoyándolo con la Biblia -falsamente- como si fueran mandatos de Dios.


Con meses de anticipación, envían cartas hablando de la próxima asamblea, y animando a asistir. Para que nadie afloje, crean un ambiente de expectativa, diciendo que algo muy importante se revelará (recordemos que esperan el fin del mundo de un momento a otro, y que finalmente es una niñada, engaña bobos). No solamente los mentalizan con cartas y cartas hablando de la próxima asamblea, sino que les hacen creer que el que no asista se acarreará el disfavor de Dios (La Atalaya 1954/150 y 1958/204).


Predicación o proselitismo


¿De donde les viene a los testigos de Jehová el celo para su incansable predicación? No de Dios, ni de la verdad, sino de lo contrario: de la mentira. Veámoslo: mediante hacerles creer que a este mundo le quedan pocos años, y que el fin del mundo es inminente, y que hay que dedicar todo lo que uno tenga (energías, tiempo y dinero) para anunciarlo. Esto, como sabemos, es falso, pues se han equivocado en las muchas fechas que anunciaron para el fin... pero les da buenos resultados.


Para empujarlos a “predicar” (entíendase repartir literatura y recolectar “donaciones voluntarias” y hacer adeptos) y para saber que no lo hace (o lo hace con poco entusiasmo), los controlan uno por uno. Cada testigo tiene que entregar todos los meses un informe escrito (ver p. 157 de mi libro [anteriormente citado]) registrando las horas empleadas en visitar las casas, los libros, revistas y folletos (vendidos) y otras cosas. Con este método no dejan a nadie actuar libremente, porque si afloja en la predicación, o deja de salir unas semanas, es visitado por los dirigentes, “animándolo”, y aun ofreciéndole acompañarlo. Ante esta magnífica coacción muchos, sin desearlo, continúan, para que los dejen en paz, y no los miren de mala manera, y quizá los marginen, destituyéndolos del cargo, si es que lo tienen.


Datos de organización


La Organización de los Testigos está inventada, montada y dirigida desde América en los EE.UU. por norteamericanos. Tienen sucursales en 200 países, y a cargo de cada una está un estadounidense aunque, ante los gobiernos de cada país, aparezca oficialmente un nativo. Todo se controla desde U.S.A., y la vigilancia es férrea entre ellos. Todo se dirige, controla y vigila de arriba para abajo, como sigue: Presidente, Siervo de Zona, de Sucursal, de Distrito, de Circuito, de Congregación, ministeriales, publicadores.


Los Siervos de Circuito visitan cada congregación, o grupo, cada 4 meses, y en sólo una semana que permanecen con el grupo, inspeccionan todos los archivos y registros de cuentas, reuniones, y cada una de las fichas de los predicadores, en las que está registrado todo el trabajo de cada uno, mes tras mes. En esa ficha está anotado todo lo que se hace y lo que no se hace. Al marchar, se ha enterado además de todos los chismes y problemas internos de la mayoría, y con ese conocimiento le resulta fácil a la Organización el control de todos.


Todo está super organizado y mucho permanece en secreto. Es difícil saber a quienes les pagan y menos aún saber cuánto les pagan. En tiempos de proscripción, no son obedientes al gobierno, pues en España, hasta 1971 que les concedieron libertad, no se les permitía reunirse más de 20 y, sin embargo, no lo cumplían, pues en casos han pasado de 300. También se usan palabras y números claves. Yo era (ver p. 162 de mi libro) el C. 314 como auxiliar, y el 56 como publicador. El domicilio de los jefes en Barcelona solamente lo conocíamos el Siervo de Congregación y yo; ¡ni mi esposa podía conocer esto! No sigo, con ello tienen una mejor idea de “la Organización”.





Capítulo 6


Historia de los Testigos de Jehová,

a través de los Presidentes de la Organización


Para los miembros testigos, sus dirigentes máximos han sido poco menos que enviados por Dios al mundo. Demos un breve repaso a la historia de esta Organización.


  1. El Pastor” Charles Taze Russel


Todo comienza en los Estados Unidos de Norteamérica, hacia 1870, con un joven de 19 años, Carlos T. Russell que, en sociedad con su padre, manejaba una cadena de tiendas de telas. Por esa época creyó haber hallado la verdad centrada en la segunda venida del Señor Jesús, la cual, creía él, estaba muy cerca. Aceptó las ideas de otro “iluminado”, Nelson H. Barbour, de que Cristo ya había venido, pero espiritualmente, en 1874. Se asoció con Barbour, el cual aportó las ideas y su grupo de seguidores, y Russell puso su juventud y dinero. Juntos publicaron un libro y una revista.


Como las cosas a medias nunca fueron buenas, pronto se separaron con resultados favorables para Russell, que arrastró tras de sí a todos los seguidores de Barbour, y con ellos inició su nueva secta.



Rusell era un hombre emprendedor para los negocios, y vio una mina con este nuevo negocio, aparte de satisfacción personal de creerse iluminado. Con ardor se lanzó a escribir folletos, libros y revista quincenal, fundada por él, con el título y tema central, Cristo vendrá en persona para 1914, entonces será el fin del mundo.


Viendo que el negocio funcionaba “Pronto se puso de manifiesto que hacía falta organizar una sociedad definitiva para guiar y dirigir la obra de publicación que continuaba en crecimiento” (Capacitados... pág. 303/4).


Como vemos, no organizó un grupo religioso, sino una “Sociedad” para publicar y vender libros. Fue tanta su labor, que viajó 2´000,000 de kilómetros, pronunció 30,000 sermones y escribió 50,000 páginas de libros.


Después de tanto escribir proclamando que para 1914 sería el fin del mundo, murió en 1916 sin conseguir ver a Cristo en persona. Y un dato sumamente curioso es que sus seguidores enseñaron durante años que Russell subió al cielo en 1916. Hoy aseguran que, hasta 1918, nadie ha subido al cielo; ¿dónde estuvo esos años? Para terminar con este señor, no deseo sacar a relucir su vida privada, como les gusta hacer a los testigos de Jehová contra otros religiosos. Lo que yo describo aquí es la relación de Russell con su obra. Por otra parte, digo como Jesús: “el que no tenga pecado, arroje la primera piedra.”


  1. El juez” Rutherford


A la muerte de Russell se eligió a Joseph Franklin Rutherford por votación. Esto lo hacían comprando a la Sociedad 150,000 votos, al precio de $10 dólares cada uno. Notemos que lo que priva en esta “Organización” son los dólares, la producción, las ventas, y todo ello dirigido, creo yo, por “el espíritu tanto”.


Rutherford, desde el momento que fue nombrado presidente, no por Espíritu Santo, sino como dije por el espíritu tanto, por dólares, se propuso cambiar el sistema de organización establecido por su predecesor Russell, aparte de ser fundador de la secta, era muy apreciado por su carácter bondadoso, y lo consideraban como el único conducto para recibir la luz de Dios. Ahora Rutherford, temiendo que los seguidores de Russell no aceptaran su autoridad, se propuso eliminar o borrar todo lo relacionado con su antecesor.


Rutherford, según sus seguidores (“La Atalaya” 1955/686) era de carácter fuerte, intransigente, totalitario. Se erigió en dictador. Reorganizó la dirección, lanzó al mercado una nueva revista, empezó a quitar la autoridad a los diáconos que dirigían las congregaciones (los cuales eran elegidos democráticamente por los miembros de cada Iglesia autónoma) y, desde Brooklyn, envió incondicionales suyos que, de forma paulatina, se hicieron cargo de toda la dirección en las Iglesias.


Tras realizar esta purga y centrar toda la dirección desde Brooklyn y, ¿cómo no? hacer creer a sus miembros que todos estos cambios tenían la aprobación divina y eran cumplimiento profético, se dejaron de publicar los libros de Russell, y una cantidad de nuevos libros, escritos por Rutherford, se lanzaron al mercado internacional.


Este señor se caracterizó por su inquina contra los gobiernos y la religión siendo su blanco la Iglesia Católica, a la que calificó de “organización del Diablo, con el Papa a la cabeza”. Por este proceder anti... todo, terminaron encarcelados él y los otros que ostentaban la dirección.


También se le consideró “iluminado por Dios”, y profetizó que en 1925 todos los de la secta irían al cielo, resucitarían 70 profetas antiguos, y sería el Fin del Mundo. El anuncio proclamado por años fue: “Millones que ahora viven, no morirán jamás.” Pero murió éste en 1942, a la edad de 72 años, fallando como profeta.







  1. El hermano” Knorr


El nuevo “Jerarca” de la Torre, que también fue elegido por el espíritu tanto, a 10 dólares el voto, también ha procurado borrar en lo posible la imagen de su antecesor. Ha establecido cursos de entrenamiento de oratoria, para que los testigos hablen por las puertas de las casas, haciendo desaparecer la voz, ya molesta, de su predecesor, la cual se hacía oír por las puertas utilizando 19,676 gramófonos y 430,000 conferencias grabadas en 17 idiomas.


El siguiente paso para borrar las ideas del “juez” ha sido lanzarse a escribir una montaña de libros con “nuevas verdades”, e inundar el mundo con ellos. Pero ¿dónde están todos aquellos libros que contenían la “verdad inequívoca” de Dios, escritos por Rutherford, Knorr y los suyos?; los han hecho desaparecer, sustituyéndolos por otros. Hoy es prácticamente imposible conseguir libros de Rutherford o de Russell.


Esta es la historia, breve y cambiante, de los mal llamados testigos de Jehová. Cien (100) años de existencia erigiéndose en profetas de Dios, pero con resultados falsos. El primer presidente, Russell anunció el fin del mundo para el año 1914; el segundo Rutherford, lo profetizó para 1925, y el tercero y actual, lo predijo para 1975.















Capítulo 7


Prohibiciones a los miembros de la secta Testigos de Jehová



La mayoría de los miembros de la secta son personas sencillas, humildes y fáciles de modelar. Para servirse de estas personas y hacerlas rendir al máximo, sus dirigentes les imponen una férrea disciplina, llena de imposiciones y prohibiciones. Esto está estudiado psicológicamente, y lo que en apariencia les sería perjudicial, les da buenos resultados, pues les hacen creer a los miembros, con las muchas prohibiciones y excentricidades, que son diferentes al resto de los mortales, y esto los caracteriza como “los únicos y verdaderos adoradores de Dios, en la única religión verdadera”.


Tras esta aclaración, veamos algunas de las muchas (más de 50) prohibiciones, todas las cuales están copiadas de sus propios libros, revistas y folletos, y las hojas Ministerio del Reino.


El testigo no puede ser cantante, torero, boxeador, futbolista, etc. Entre los casos reales que conocí y puedo relatar, está un excelente cantante de ópera (tenor), llamado V. A., que tuvo que abandonar su vida artística para poder ser miembro de los testigos, ya que no está permitido cantar nada que ensalce a santos, ángeles, astros, la Virgen, Jesucristo... sólo pueden cantarle a Dios. La carrera artística de ese señor se truncó.


Igualmente el boxeador San José Primero, tuvo que abandonar el boxeo (revista Vasconia, 6-9-69, p. 16) y Mendoza, el que fue futbolista, abandonó el deporte por la misma razón.


No se puede vender ni comprar lotería. Esto es lo que dicen en su revista “¡Despertad!” (22-6-64/17): “...siendo básicamente incorrecto el juego por dinero, ningún cristiano dedicado debe tener algo que ver con ello, ser un jugador de dinero él mismo, o ayudar de alguna manera a operar una empresa de juego por dinero.”

En esta prohibición está incluido el cupón de los ciegos, las quinielas, etc. En Bilbao se ha dado el caso de por lo menos dos ciegos llamados J. A. y F., que tuvieron que dejar la venta del cupón, y buscar otro empleo, para poder ser testigos.


No pueden celebrar Cumpleaños. Así lo indican en el libro “La verdad que lleva a la vida eterna”, p. 147/17.


Prohibido celebrar la Navidad. De este asunto hablan en el libro citado. AP. 149/22. Dicen que la Navidad es de origen pagano, y que no debe celebrarse, y que los que desobedezcan, serán expulsados de la secta.


Prohibido fumar tabaco. La pena para un testigo por fumar es la excomunión. Así lo dicen en “Ministerio del Reino”, abril de 1974/3. La razón aducida por sus dirigentes para tal prohibición es que el tabaco perjudica la salud. De acuerdo. Pero ¿por qué no les prohíben tener auto, cuando está más que probado que la contaminación y nocividad de los mismos es peor que la del tabaco, y no sólo para los usuarios, sino para el prójimo?


Prohibido trabajar para otra religión. En su revista “La Atalaya”, 1965/192, dicen: “Si una persona que afirma ser un testigo cristiano dedicado a Jehová fuera a aceptar un trabajo como empleado directo de (otra) organización religiosa, de hecho llegaría a ser parte de esa organización... ¿a qué otra conclusión pudiéramos llegar, excepto a que era apóstata y debería ser expulsada de la organización cristiana? Quizá por razones de conciencia, prefiera buscar empleo que no tenga contactos comerciales en absoluto con organizaciones religiosas falsas.”


Por esta razón, algunos testigos que yo conozco han dejado su trabajo de campanero, vendedor de cruces y de imágenes, etc...



Prohíben saludar la Bandera, ponerse de pie para entonar el Himno Nacionales. (Despertar, 22-10-1963/18) dice: “Los testigos de Jehová no participan en saludar la bandera de nación alguna... el ponerse de pie cuando se toca el himno, o un acto parecido, encierra un significado semejante a saludar a la bandera.”


Al que haga esto lo expulsan. Y el temor a estas medidas draconianas los lleva a rechazar trabajo que pueden estar relacionados con la bandera. En Bilbao había varios testigos trabajando en Pan Bimbo, y se despidieron del trabajo por no poder participar en el reparto de unos banderines, que no eran enseñas nacionales, sino de equipos deportivos.


Prohibido colaborar en campañas caritativas. Los testigos no participan en apoyo de postulaciones, no digamos ya de tipo religioso, sino social y humano. Ellos no contribuyen en campañas benéficas para el cáncer, corazón, hambre en el mundo, Cruz Roja, etc. Tampoco contribuyen para un compañero de la fábrica que se halle enfermo y para el que se hace una colecta. Únicamente se ayudan algo entre ellos mismos, los de la secta: al resto del mundo nos consideran apartados de Dios y, por tanto, no dignos de su ayuda económica. (Véase la notal al final del capítulo).


Un dato revelador es que casi todas las religiones ayudan a la humanidad con hospitales, centros de asistencia, guarderías infantiles, leprosarios, escuelas, etc. ¿Qué hacen los testigos por la humanidad en estos aspectos? Nada.

Prohibida la transfusión de sangre. Con frecuencia aparecen en los periódicos titulares como estos: “Era miembro de la Iglesia de los testigos de Jehová. Washington: joven muerta al dar a luz, por negarse a recibir una transfusión de sangre”; “Testigo de Jehová muerta por rechazar la transfusión de sangre”; “Increíble, pero cierto. Dos testigos de Jehová se oponían a una transfusión de sangre a su hija recién nacida”. (El libro “Sangre”, del mismo autor, trata esto con detalle.)


A los testigos que desobedeciendo esta prohibición acepten sangre, los expulsan de entre ellos. Entre los 38 que fueron expulsados en 1964, uno fue por comer morcillas, y otro por transfusión de sangre.


La lista de prohibiciones se podría alargar, pero el espacio no lo permite. Sólo diré que el hombre es libre ante Dios de obrar bien o mal, y que el juicio solamente le pertenece a Él. Y que los dirigentes de la secta “testigos de Jehová”, erigiéndose en jueces, y torciendo la Biblia, quitan la libertad a sus miembros, obligándolos a obedecer normas que repugnan a las mentes razonantes.



Nota:


En el libro “Verdadera paz y seguridad”... ¿de que fuente? (1973), p. 129, párrafo 26, dicen:


“Inútil dar la vida y energías a un mundo que pasa.” Algunos quizá levanten esta objeción. Pero ¿no hay muchas de las organizaciones en el mundo que hacen el bien, trabajan para la protección, la salud, la educación y la libertad de la gente? Es verdad, ciertas organizaciones sí dan un alivio temporal a unas cuentas dificultades de la gente. Pero todas son parte del mundo apartado de Dios, y dirigen la atención de la gente hacia perpetuar este sistema de cosas actual”...


Y concluyen:


“¿Justificaría el que diéramos nuestro apoyo a organizaciones criminales de manera alguna?” (Compare con 2 Cor 6, 14-16). Y continúan en el párrafo 27 de la misma página: “podemos realmente mostrar verdadero amor a la humanidad por medio de asociarnos con cualquiera de los proyectos del mundo, dedicando tiempo y energía a hacer que éstos tengan buen éxito?...”


Y así continúan por el mismo estilo.




Capítulo 8


Los testigos de Jehová y la objeción de conciencia



¿Son objetores de conciencia?, ¿son pacifistas y están contra guerras y contra la pena de muerte? La gran mayoría, que no conoce lo oculto de los testigos de Jehová, cree que sí; pero la verdad es otra. En su revista “La Atalaya” 1952, p. 195, reconocen que no son pacifistas, y en “¡Despertad!”, del 8 de abril de 1972, apoyan la pena de muerte. Tampoco son objetores de conciencia sino, como ellos dicen, neutrales. No quieren saber nada con los gobiernos y, en relación con el servicio militar, se niegan no sólo a tomar las armas, sino a cualquier servicio que lo sustituya.


Objetores sin conciencia


Quizás al querido lector le resulten fuertes estas palabras, pero pronto cambiará de opinión. ¿Tienen plena libertad los miembros testigos de rechazar o no el servicio militar? No, pues de muchas maneras son coaccionados, y más delante daremos pruebas de ello.


Por supuesto que sus jefes pregonan que tienen libertad. En el libro (de 1973) La objeción de conciencia en España, p. 101, afirman que la organización no ejerce presión alguna contra los miembros que no objeten el servicio militar, y que no existe prohibición, dejando libertad a los individuos. Si esto fuera cierto, mis respetos, pues yo admiro el valor de alguien quien por su propia decisión se declare a favor o en contra de algo, y sea capaz de pasarse varios años en prisión o dar la vida. Pero yo probaré que no son objetores de su conciencia, sino que es la conciencia de sus dirigentes la que decide lo que ellos deben hacer.


Quien desee comprobar que sí incitan por escrito, y sí prohíben servir a la patria; aunque de manera indirecta, puede leerlo en La Atalaya 1951, pp. 201-209; La Atalaya 1958; p. 359. Y aunque en las reuniones no se habla directamente del asunto, en privado se les instruye para que se mantengan firmes y no cedan cuando sean llamados a filas. Yo personalmente y por mandato de los jefes he instruido a jóvenes, algunos de ellos son: J. A.; V. E.; L. A.; todos ellos de Bilbao.


Sin libertad para decidir


Querido lector, ¿no es altamente sospechoso que todos los testigos de Jehová se niegan al servicio militar? Pudiera haber algunos que, tras cumplir el servicio militar continuaran siendo testigos, pero eso no es posible. Cualquier miembro que (por temor a pasar varios años en un calabozo, o por que su conciencia crea que el servicio a la Patria no va Contra el mandato de Dios) acepta cumplir el servicio militar, aun en cuerpos auxiliares, lo expulsan de la organización.


El ser expulsado de la organización supone para la mente un golpe insoportable, y son capaces de permanecer años en un calabozo, o cualquier otra penalidad, por evitar que esto suceda; la mayoría de los miembros creen firmemente que sus dirigentes son los representantes de Dios, al ser expulsados, le cortan toda relación con los miembros de la organización, con su círculo de amistad de su “mundillo”, ya que no conoce otro ambiente, pues los mentalizan para que se aparten de todo el mundo, y se quedan vacíos. A éste drama se agrega el pensar que ha sido un cobarde ante Dios, ante sus familiares y congregación y ante su conciencia, y cree que si en el tiempo que el está expulsado llega el fin del mundo (ya que lo esperan de un día a otro...) no se salvará. Esto supone una auténtico drama.


Yo, en los años que fui el Segundo miembro del Comité de la Congregación de Ocharcoaga en Bilbao, presencié la expulsión de varios jóvenes testigos por haber cumplido el servicio militar.


Y ahora, veremos que, con esta tiranía, muchos miembros jóvenes al no tener la libertad de acción, y no estar dispuestos a obedecer las normas de la secta, tienen que obrar contra su propia conciencia. Cuando llega el momento de ser llamados a quintas, algunos se marchan al extranjero y muchos otros se hacen los mulas, alegando algún impedimento físico y con un certificado médico civil, fueron eximidos del servicio militar por inutilidad. Dios los creó libres y ninguna religión debe obligar a sus miembros a decir “sí” o decir “no” que cada uno decida por sí mismo.


Soldados fieles en la Biblia


¿Qué dice la Biblia al respecto? En ella hallamos ejemplos de muchos siervos fieles que sirvieron en los ejércitos, otros que ocuparon puestos de gran responsabilidad en gobiernos, Dios los aceptó en esos puestos y les dió su bendición. Entre otros casos, tenemos los siguientes:


José, en Egipto llegó a ser Primer Ministro y tuvo en sus manos todo el poder, incluyendo el Militar (Gén. 41, 44).


Nahaman, Jefe de los Ejércitos de Asiria (2 Re 5, 1-19).


Nehemías, en la corte de un Rey Pagáno, ocupó el alto cargo de Copero, que era cargo honorífico (Neh 2, 1).


Mardoqueo, fue Primer Ministro de Persia y llegó a formar un ejército para defender a sus hermanos judíos (Est. 8, 2.8.9,4.10.3).


Daniel, fue nombrado Gobernador de Babilonia con Nabucodonosor, y, Primer Ministro de los Medo-Persas (Dan 2, 38-39 y 6, 1-3).


Juan Bautista, no rechazó a los recaudadores de impuestos ni a los soldados; los aceptó y los bautizó (Lc 3, 10-14).


El Eunuco, Etíope, ocupando el alto cargo gubernamental en la corte de la Reina Candace fue buscado por el cristiano Felipe, diácono, quien lo bautizó, sin exigirle que dejara ese cargo (Hech 8, 26-38).


Cornelio, el centurión, oficial del ejército pagano de Roma, fue bautizado por el propio San Pedro (Hech 10, 38-48).


No hallamos ni un solo caso, en que se presente a Dios contra el servir en los gobiernos y sus estamentos. Por lo cual, los dirigentes testigos están quitando la libertad a sus miembros, al forzarlos para que se nieguen a servir a su Patria.





Capítulo 9


Expulsión, trato inhumano




Los testigos rechazan y condenan todas las enseñanzas católicas, entre ellas la confesión a un sacerdote. Pero ellos, los testigos, si practican la confesión, y no sólo ante un individuo sino ante tres, el llamado “Comité Judicial de la Congregación”. Leamos lo que dicen en “La Atalaya” 1964, p. 445/5: “Si hoy en día algunos están practicando lo que es malo... la manera de enderezar las cosas con Jehová es confesar la maldad a Jehová en oración, y también al Comité Judicial de la Congregación”.


Puede usted, querido lector, imaginarse lo que supone confesar sus pecados, no ante un solo hombre y en secreto, sino ante tres. Y tras confesar todo en detalle, se pone por escrito, es firmado por los tres del “Comité” y se envía a la Central de la secta (Organización..., p. 168/4).


De los varios casos que he presenciado, como miembro que fui del Comité que en mis trece años de secta se hallan algunos que sobrepasan lo imaginable. A una joven de 19 años, que ya no es testigo, se le obligó a confesar hasta los detalles más íntimos de cómo realizó actos inmorales con un hombre. Otro caso: Un muchacho que dejó embarazada a su novia, fue obligado a confesar detallando las veces, los lugares y aun las posturas como realizaron el acto, ¿se puede imaginar querido lector, el bochorno y la vergüenza sufridos por estas personas?


Casos reales de expulsión


Las razones por las cuales pueden ser expulsado un miembro testigo, pueden ser muchas: adulterio, casarse por la iglesia católica, celebrar la Navidad, fumar, vender o comprar lotería, quinielas, comer morcilla, aceptar transfusiones de sangre, tener imágenes o crucifijos, cumplir el servicio militar, etc.


Y ahora pasemos a conocer algunos de los muchos casos de expulsión, todos ellos de Bilbao, conocidos por mí.


Casarse por la Iglesia. La testigo S. F. G. se casó por la Iglesia con uno que no era testigo, y la expulsaron. A su madre, también testigo, le prohibieron hablarle a la hija y más adelante le prohibieron pasear a los nietos. Como no se sometió a esa tiranía también la expulsaron.


Inconforme con las doctrinas. Los testigos S. R. y M. L. fueron expulsados, acusados de “apostasía”; pero los hechos fueron otros. Estos dos testigos encontraron que muchas de las enseñanzas de la secta no coincidían con la Biblia y voluntariamente se salieron. Fueron vigilados y hallaron que comían morcilla. Los expulsaron, pero no dieron razones, sólo dijeron “apostasía”. Más tarde expulsaron a una esposa y a una hija por hablar con otros expulsados.


Comer morcilla. Los testigos Eloisa Redondo y Asunción Marmol (me autorizaron a dar sus nombres) abandonaron la secta al comprobar las mentiras de las enseñanzas. Después de seis meses que ya no eran testigos, se enteraron que comían morcilla y las expulsaron. Y el Superintendente que las visitó llamado “Salomé”, las amenazó con la pronta destrucción divina.


Celebrar Navidad. Los testigos y hermanas A. L. y J. L. fueron expulsadas por dos razones: Por reunirse en Navidad con sus familiares y por entrar en visita turística a la Basílica del Pilar de Zaragoza. El Comité las interrogó por separado y por más que aseguraron haber entrado solo de visita fueron expulsadas.


Hablar con expulsados. Las normas de la secta son tajantes “...nadie de la congregación debe saludar a esas personas (los expulsados) al encontrarse con ellas en público, ni recibirlas en sus hogares.., evitar el contacto con el pariente expulsado hasta el mayor grado posible... (Organización, p. 169, parr 2 y 3).


Pero el asunto llega más lejos, la persona que tenga tratos con un expulsado, también ella es expulsada. Ver “Atalaya” 1963/604,605.


En relación con mi caso, ya han sido expulsadas varias personas; mi esposa, mi hijo, mi hermano Abel con su esposa, una testigo de Bilbao llamada Teresa Pazos, otra de Galdácano (A), y dos jóvenes de San Sebastián (C. P. y M. A.).


También puedo citar el caso de un testigo (A. R.) que, después de 19 años, ha sido expulsado por el solo hecho de leer y comentar mi libro, “Los falsos manejos de los testigos de Jehová”.


Trato a los expulsados


Antes de entrar en este subtema quiero hacer saber que los dirigentes llevan su disciplina al extremo. Nadie puede pensar en voz alta; o exponer ideas propias. Nadie puede criticar las decisiones que adopte el Comité (Lámpara, p. 178/1). Si alguien conoce alguna falta de otro testigo debe delatarlo (Organización, 177/3).


Las razones de prohibir que hablen con los expulsados es impedir que otros se puedan enterar de los errores y falsedades descubiertos. En el caso mío, les han recomendado que no lean mi libro “Los falsos manejos de los testigos de Jehová” y los propios miembros están difamando mi persona, inventando toda suerte de calumnias. De hecho nos consideran como muertos y, si pudieran, nos eliminarían.


Para los testigos no existen otros prójimos que sus propios compañeros. Al resto del mundo los consideran desechos de Dios que, si no se hacen testigos serán aniquilados por Él, el día del fin. A nosotros, los que fuimos de la secta, nos consideran cadáveres y, si pudieran nos matarían, ya que en sus planes imperialistas y totalitarios esperan conseguirlo algún día. En sus delirios de grandeza esperan ser los amos únicos del planeta, y establecer su teocracia dictatorial.


El libro “Esclavo por 30 años en la Torre del Vigía” dice lo siguiente de Rutherford, segundo presidente de la secta en la página 30/4; “a los que han sido nuestros y se apartaron, no los podemos matar por que las leyes no lo autorizan, pero si nosotros pudiéramos ejercer ya el tal dominio de nuestra organización, los mataríamos al instante...


Si algún testigo lee esto, procure soltarse a tiempo de esas cadenas de esclavitud y busque “la gloriosa libertad de los hijos de Dios” (Rom 8, 21).




Capítulo 10


¿Qué hacer ante los testigos de Jehová?



A lo largo de estos capítulos, hemos expuesto lo más significativo de ésta secta, comenzando por mis desengaños en la misma, a través de 13 años, vimos unos de los cientos de cambios que han tenido, señalándolos como falsos profetas; se expusieron detalladas estadísticas de los modos como la secta se enriquece; vimos las creencias apoyadas en una biblia trunca y “acomodada” probando que son falsas; conocimos la historia y los datos inéditos de la organización. Dedicamos un capítulo a dejar claro que la negativa de los testigos ante el servicio militar está manipulada por los jefes; y expusimos los métodos inhumanos de expulsiones, y sus muchas prohibiciones.


Pero los testigos son una realidad, están allí, y visitan los hogares regularmente, con el fin de captar miembros para la secta... ¿Qué hacer con ellos, cuando nos visiten? Tratemos de responder:


Conocerlos


En primer lugar es necesario conocer algo de su psicología, pues ya sabemos que su mente ha sido transformada por los directores de la secta. Les han hecho creer que solo ellos son los elegidos de entre todos los mortales, que las otras religiones son falsas y que están condenadas por Dios a la pronta aniquilación. Creen que ellos son los únicos que conocen la Biblia, y que nadie más tiene derecho a interpretarla. Esto los lleva a padecer delirios de grandeza y a considerarse únicos heraldos y mensajeros del Altísimo.


Recuerde el lector, que en sus visitas domiciliarias, los testigos esperan llevar ellos solos la voz cantante y que solo ellos formularán preguntas, Recuerde también que ellos tratarán de apoyar (aunque sin conseguirlo) en la Biblia todas sus afirmaciones y lo mismo harán para contestar toda pregunta. Como nuestra gente, en general, sobretodo de la clase humilde, desconoce casi enteramente la Biblia, los testigos tratarán de deslumbrarlos e impresionarlos, haciéndose pasar por poseedores de grandes estudios y grandes conocedores de la Biblia.


Por estas razones, no se deje impresionar, y menos enredar. Sea usted el que haga las preguntas. Ellos, al verse acorralados y comprometidos intentarán cambiar de tema, o escapar como puedan por eso es bueno mantenerse en el mismo punto y no pasar a otro antes de haberlo aclarado.


Como tratarlos


Trátelos siempre con bondad, pues ellos son personas engañadas y fanatizadas. Con ellos se pueden emplear dos métodos:

a) despedirlos amablemente, pero con firmeza

b) ayudarlos a ver que están equivocados.


Muchas amas de casa por prudencia y por caridad, no atreviéndose a despacharlos los escuchan en la puerta de la casa. Los testigos (la mayoría escasos de tacto y de prudencia) interpretan eso como una aprobación y una conquista del ama de casa, y seguirán dándole la carga.


Si la persona visitada acepta comprarles un libro o una revista (la mayoría de las veces por quitárselos de encima) ellos anotarán ese hogar para seguirlo visitando, con la intención de llegarlos a convencer y de atraerlos a la secta. Si vuelven varias veces, y la persona se disculpa por no recibirlos alegando que “no tiene tiempo” (por no atreverse a despedirlos francamente) ellos seguirán visitándoles muchas veces, esperando que algún día si tendrán tiempo de escucharlos.


Por eso, lo mejor que las personas que carecen de conocimientos y de argumentos, pueden hacer, una vez que los visitantes se han identificado como testigos de Jehová es despedirlos sin escucharlos. Por que, aparte de que le quitan el tiempo, hay peligro de que le dañen su fe con ideas contrarias a las suyas. En algunos lugares se usa poner en las puertas un letrerito que dice “se ruega a los testigos de Jehová no llamar a esta casa”. Eso evita a los moradores el bochorno de tener que despedirlos.


El método positivo


Los testigos, como cualquier otra persona, son nuestros prójimos, y precisamente prójimos necesitados de nuestra ayuda. Debemos, pues, cuando podemos, ejercitar con ellos la obra de misericordia que manda enseñar al que no sabe.

Por eso recomendamos a las personas capacitadas, sobre todo si ya han leído mi libro “Los Falsos manejos de los testigos de Jehová”, que cuando los visiten los testigos los hagan pasar se sienten tranquilamente con ánimo de escuchar y entonces intente hacerles ver que están engañados y que andan esparciendo este engaño del que tendrán que dar cuenta a Dios.


Si para refutarlos quieren valerse del libro “Los Falsos manejos...” yo les aconsejo que tomen pocos asuntos, y sólo del capítulo II. Pueden mostrarles los cambios o errores que ha habido en la secta que son los siguientes:


9. Que en 1925 resucitarían los fieles de la antigüedad. Falso.

10. Que resucitarían solamente 70 de esos fieles. Falso.

11. Que estos resucitados vivirían en un palacio construido por los testigos para ese fin. Falso.

4. Que a millones de fieles de las Iglesias, los mataría Dios en 1918. Falso.

5. Que la desaparición y exterminio del Papado ocurriría en 1914. Falso.

31. Que los judíos nunca tendrían una nación en Palestina. Falso.

41. Que Cristo se conserva momificado, y que será expuesto en el milenio. Falso.

68. Que la creación de Adán ha sido fijada en cuatro fechas distintas, lo cual es falso.


Ayúdelos a razonar, para que se den cuenta de que están engañados y que, ante Dios tienen que ser leales, honrados y valerosos para examinar y comprobar si es o no verdad lo que enseñan. Puede ser útil leerles los siguientes textos:


  • Examinar todo y retener lo bueno” (1 Tes 5, 21).

  • Ver si lo que nos enseñan es de los falsos profetas” (Jn 4, 1).

  • Examinar si estamos o no en la verdadera fe” (2 Cor 13, 5).


Anímelos a leer mi libro, “Los falsos manejos de los testigos de Jehová”, anímelos a que escriban a sus dirigentes, mandándoles fotocopias de las páginas de sus libros donde están esas contradicciones. Hágales ver que, si no lo hacen, quedarán como cobardes ante Dios.


Por último, anímelos a regresar a la Iglesia Católica de la que salieron por engaño; anímelos a leer buenos libros sobre -Interpretación Bíblica- (como los de C. Maldonado, 1 Madrid-6).


Los artículos de éste folleto fueron publicados en serie en la revista “El Santo” y son extracto del libro muchas veces mencionado, “Los Falsos manejos de los testigos de Jehová”. Por su publicación he recibido muchas cartas y estímulos que para mí significan que esas personas han encontrado la verdad al leerlos. Que el Señor nos ayude a todos y nos fortalezca más para que permanezcamos fieles a nuestra Fe, Amén.


ATENCION EX-TESTIGOS DE JEHOVÁ:

A todos aquellos que fueron miembros de la secta y la abandonaron, les invito a escribir al autor Antonio Carrera, Ocharcoaga, 80-93-3o, D. 48004 Bilbao-4 (España), Tel. 411-90-06.




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